viernes, 1 de diciembre de 2017







Nº 12 Año I
Diciembre de 2017



Las Musas con Apolo - Romanus Julius



SUMARIO

Recordar y olvidar. Las hijas de la memoria
La memoria bajo otras formas


Recordar y olvidar. Las hijas de la memoria

Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro

Los antiguos griegos nos cuentan que el recuerdo y el olvido son correlativos. Nos dicen poéticamente que no es posible recordarlo todo, pero tampoco olvidarlo. Esta idea está presente en la imagen de los dos ríos que corren en sentidos opuestos. Las aguas del Mnemosine permitían a los mortales que las bebiesen recordarlo todo y de ese único modo alcanzar la omnisciencia. Mientras que las del Lete (o Leteo) harían olvidar (para así poder comenzar una nueva vida). Esto lo explica el mito de Er. Las Moiras tejerían el destino humano, según la elección previa de cada uno.



Las Moiras



Hesíodo (el poeta que fue con justicia considerado el primer filósofo griego) cuenta en la Teogonía de Mnemosine que era una titánide hija de Gea (Tierra) y Urano (Cielo), los primeros dioses rectores del panteón helénico original. Ella asistió y aconsejó a Cronos para mejorar su reinado, cuando éste, tras la lucha, desplazó a su padre.




Mnemosine – D.G. Rossetti



El autor del Catálogo de Mujeres (grandes Eeas) añade que Mnemosine, visitada en su lecho por Zeus, concibió con él a las  nueve Musas. La primera vez que actuaron, lo hicieron al finalizar la guerra con los titanes. Ellas fueron consideradas diosas menores que entretenían a las deidades de mayor jerarquía, cantando, bailando y acompañando a Apolo para amenizar las divinas reuniones. Todas ellas eran protectoras del conocimiento de las ciencias y las artes.



El Parnaso – A.R. Mengs



El creador de Los Trabajos y los Días hizo un reconocimiento especial a Mnemosine, quizás porque hasta que él en su Teogonía puso por escrito la mitología griega tradicional, ésta se conservó tan sólo por el poder de la Memoria, que la composición en verso rimado favorecía.



Hesíodo y la Musa – G. Moreau



El escritor consideró a Calíope la de la bella voz, protectora de la Poesía Épica y la elocuencia, como la principal de ellas en dignidad y le confirió un lugar de privilegio por ser la mayor y más inteligente. Tal vez reconociendo el triunfo de Homero en el supuesto certamen literario en el que ambos habrían participado. Éste aeda ciego habría compuesto bajo su inspiración La Ilíada y La Odisea. Se la solía representar con una corona de oro.



Calíope – G. Baglione



En estrecha relación, por la índole de sus temas (hazañas de héroes y acontecimientos destacados) trabajó su hermana Clío, la que ofrece gloria, responsable de contar cantando la Historia.  Según Tucídides a ella se debió la introducción del alfabeto fenicio en la Hélade. Tuvo con el rey Piero de Macedonia un hijo: Jacinto.



Clío – J. Vermeer



Erato, la amable, se ocupó de la poesía amorosa, la lírica coral. Es por eso que se la solía representar coronada con mirtos y rosas y portando el instrumento musical que la caracterizaba (la lira) y con Cupido, el dios del amor (Eros), aunque siempre vinculada con las demás hijas de la memoria (Mnemosine).



Erato – Boucher



Euterpe, la muy  placentera era considerada como la flautista de muy buen genio, diosa de la Música. Con el río Estrimón tuvo un hijo: Reso. A la musa de buen ánimo también se le atribuye la invención de varios instrumentos musicales, a veces en competencia o disputa con Atenea, la más reconocida  lutier.


Musa Euterpe – Handmann


Melpómene, la melodiosa, comenzó simbolizando la armonía musical y el canto. Algunas versiones la dan como madre de las sirenas, cuyo padre sería Forcis. Se la vinculaba con Dionisos. Luego pasó a ser representada con un puñal en la mano y en la otra una máscara de la tragedia, de la  cual se hizo su patrona, como así también de la poesía fúnebre, porque ella, la melodiosa, aún teniéndolo todo, no era feliz.



Melpómene – Simmons-HighsMith




Melpómene



Talía, la festiva, lo era protectora de la comedia (cuya máscara portaba),  de la poesía bucólica o pastoril (de ahí su cayado). Era vista como una pícara joven de campo, de aspecto risueño, con una corona de hiedra. Con Apolo gestó a los marciales danzarines conocidos como Coribantes, según cuenta Apolodoro.



Talía – E. G. Guffens



Urania, musa de la astronomía (o astrología) y las ciencias exactas. La menor de las nueve concibió con Apolo a Lino. Su atuendo, celeste se complementa con una diadema de diamantes imitando estrellas. Lleva como accesorios un compás y un globo terráqueo.




Urania con Apolo



Polimnia, la de los muchos himnos (sacros). Domina el arte de la pantomima (mímica). Solía representársela pensativa, en actitud reflexiva, de meditación. Comparte el crédito por la invención de instrumentos musicales  y la agricultura con Atenea. 




Polimnia – E. le Sueur



Terpsícore, la que deleita con la danza,  musa que estaba encargada de proteger la danza (que le daba nombre), la poesía ligera y el canto coral. Solía representársela como una joven alegre, con una corona de flores y una lira para acompañar a quienes danzaban o cantaban en los coros. También a ella se la supone madre de las sirenas, cuyo padre sería Aqueloo (Forcis).



Terpsícore – J.M. Nattier




Ellas, las hijas de la Memoria (Mnemosine) y Zeus, le han hecho honor a su divino origen recordándonos  cuanto valía la pena tener presente, fuera eso alegre o triste, cómico o trágico, como épica e histórica es la lucha de aquellas mujeres que continúan enfrentando a la violencia con la que el patriarcado aún pretende imponer el olvido y ocultar la memoria.






La memoria bajo otras formas

Texto: Alicia Grela Vázquez

Imagen: Elsa Sposaro

Mnemosine y Zeus, según el relato oral que Hesíodo puso por escrito, tuvieron nueve hijas: las Musas. Ellas, con sus canciones y sus danzas amenizaban las reuniones divinas. Según contaba la tradición griega con mucha anterioridad a los tiempos del poeta, eran ellas responsables de la inspiración para todas las actividades artísticas indistintamente. Pero luego se dio la especialización y cada una se ocupó de un sector de la producción.



El Parnaso – Andrea Mantegna



La Mitografía helena guarda también otros registros, sobre textos orales como los hechos por Pausanias, quien dio en su obra otra versión, también atrayente, aunque menos divulgada sobre las musas y la creación. El geógrafo en su Descripción de Grecia.



Pausanias


El autor en esa obra no sólo redactó la que fue considerada como la primera guía para viajeros, sino que además explicó de otro modo las acciones productivas en el arte, apelando a un proceso que aunaba la acción encadenada, sucesiva y coordinada de tres jóvenes y hermosas hermanas.



Descripción de Grecia – Pausanias


Ellas eran las Musas Meletea, Mnemea y Aedea. El mítico trío era honrado en la antigua Beocia. Allí tenían un santuario al pie del Monte Helicón en el cual se las adoraba.




Meletea, Mnemea y Aedea



La primera, Meletea, correspondía a la meditación, la imaginación previa a cualquier producción, que se concretaría con la participación de las otras dos. En principio, la obra se limitaría a una abstracción inmaterial, que las otras integrantes del trío concretarían y desplegarían, ejecutándola.


Mnemea, la segunda de esta nueva serie de musas, se identificaría con la memoria. Ella correspondería a la creación propiamente dicha, recordando y escribiendo lo ya pensado por la primera: Meletea. Finalmente, Aedea lo expondría y desarrollaría completamente en la escena en el canto.



Mnemea




Aedea  – Glenda Chelsea




Aedea – A.J. Micchielli



La palabra Musa del dialecto ático sirvió para derivar de ella el término Música, así la actividad musical se asoció a mitos que vincularon a los inmortales con los mortales de la mítica edad de los hombres de bronce. Un ejemplo claro de ello es el episodio de la decapitación de la medusa Gorgona por el héroe Perseo.



Perseo con la cabeza de la Medusa Gorgona – B. Cellini



En diferentes pueblos de la Hélade se cuenta que el ruido que produjo la cabeza al caer al agua, hizo que la Virgen Atenea inventara la Música, arte carente de materialidad, que solamente apela a la memoria y al tiempo. Para recordar el suceso, la imagen del rostro de la desafiante joven fue incorporada en las representaciones icónicas de la diosa Palas.



Palas y la Gorgona



Según la tradición, la misma Minerva creó la flauta y la trompeta. De ser así, estos instrumentos tendrían un origen divino, aunque secularmente se los consideró, como al laúd, importados de la hasta hoy muy castigada Siria.



Palas Triunfante con las Musas



El instrumento (órganon en griego) musical más característico de Grecia fue la lira, que Apolo ejecutaba magistralmente, acompañado por las nueve musas y que respondiendo al espíritu altamente competitivo que el mundo griego heredaría a la cultura occidental, concursaría con el sátiro Marsyas, después de haberse enfrentado con Pan.




Concurso entre Apolo y Marsyas – G. Carpioni



Orfeo encantaba a su auditorio y aplacaba a las fieras con su lira. El maravilloso músico, después de haber perdido a Eurídice, su amada esposa (muerta trágica y prematuramente) se hizo maltratador de mujeres. Las Bacantes lo mataron y desmembraron, poniendo fin a la extensa serie de sus abusos. Ese tema en las ilustraciones antiguas las Ménades aparecen con el doble oboe, mientras que las hijas de Mnemosine y Zeus tocan la lira.



Bacantes (Ménades)


Las Musas recogieron los restos del músico virtuoso y enamorado infeliz transformado en misógino, (como la sociedad patriarcal de ayer y de hoy) y los enterraron al pie del Monte Olimpo. A eso se atribuyó que los ruiseñores cantasen allí mejor que en cualquier otro lugar. 



Orfeo y las Bacantes


Las nueve diosas intercedieron ante Apolo para que ubicase en el cielo como una constelación la lira de Orfeo, que había llegado a la isla de Lesbos, después de que las Bacantes la arrojaran al mar, tras descuartizar a su poseedor.



Orfeo y su lira


Las Musas se relacionan también por el lado de la memoria con Némesis. Ella es simultáneamente la diosa de la solidaridad y la justicia retributiva. Ésta coincide con la venganza. En el caso de Orfeo lo castigó, valiéndose de las mujeres de Tracia, por no haber cumplido con sus juramentos amorosos y los dolores causados a sus víctimas embelesadas.


Némesis



También relacionado con las Musas,  por el lado de la memoria, está el Museo. Y el término con el que se lo designa da cuenta de su derivación. El museo era en principio el lugar dedicado a las Musas para favorecer el recuerdo. La acción del Museo era el incentivo (del latín: incentivum) con su doble significado: invitar e incitar a hacer y dar el tono (musical), siempre en relación con el canto. Como personaje mítico Museo fue un poeta y cantor (aeda) anterior a los homéridas.



Museo y Lino, su maestro



La inventiva popular recreó a las Musas primero en España y luego en ambas márgenes del Río de la Plata. Ellas siendo diosas son inmortales y se caracterizan por la metamorfosis. Así fue que bajaron del Olimpo señorial y el Topos Uranos y se ubicaron en el llano del mundo secular contemporáneo y posteriormente se adaptaron a  las consignas en la posmodernidad.



Murga Uruguaya: Araca la cana



Actualmente recuperaron su sentido poético (creativo). Avatares filológicos han hecho que del término Musa derivase en español Murga, para referirse y designar al conjunto de músicos callejeros y comparsas carnavalescas. Sus integrantes no son inmortales, sino sólo varones y mujeres de distintas edades, que no hacen sonar las cuerdas de las liras, sino los parches de los tambores. Cambian las cuerdas por la percusión.



Los Murguientos


No visten elegantes clámides, sino ropas de fantasía y hasta guardapolvos blancos de escolares y colegiales. No danzan delicadamente, pues se mueven acrobáticamente haciendo contorsiones. No cantan odas. Entonan y desentonan versos críticos sobre la actualidad social, política y económica local y mundial (como las Fallas). Las Musas cambiaron, pero viven en sus variantes y hasta critican con humor la política de la vieja escuela y a quienes la ejecutaban.



Las Maestras – Agarrate Catalina


La escuela tradicional ante la opción de educar por la tortura o el arte (que según Bernard Shaw eran las dos únicas maneras) eligió la primera de las formas y se hizo acreedora de justas críticas por haber generado mucho dolor y resentimiento por generaciones que fueron sus víctimas. El análisis de las teorías pedagógicas no lo harían los murgueros, pero sí su parodia.



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