sábado, 4 de agosto de 2018




   N° 20 AÑO II
   Agosto de 2018

  Texto: Alicia Grela Vázquez
   Imagen: Elsa Sposaro


Aspasia






Aspasia de Mileto, Hetaira (Hetera) y Filósofa



En Atenas las hetairas eran compañeras, camaradas, amigas o amantes. La historia ulterior las maltrató, haciendo de ellas prostitutas. Las Hetairas tenían una esmerada educación. Podían ser extranjeras provenientes de otros estados griegos. Tenían independencia económica. Se desempeñaban como comerciantes, negociantes y modelos. Disfrutaban de una libertad sin trabas. Los atenienses las invitaban a sus fiestas.



Aspasia – Marie Bouliard


Por otra parte, las leyes de Solón permitían el establecimiento de burdeles que atendían principalmente a extranjeros. Más tarde esas mujeres, consideradas callejeras, estuvieron a cargo de una Madame. En su momento, Jenofonte ofreció 25 jóvenes corintias, si ganaba los Juegos Olímpicos del año 464 aC. Pidió también a Píndaro componer una oda de alabanza en su honor. Las muchachas eran muy hospitalarias, jóvenes servidoras de Peithó (la Persuasión) y oficiantes del séquito de Afrodita.




Peithó, Afrodita y Eros



En torno a estas cuestiones, Gordon Rattray Taylor afirmó:

“El término prostitución, con su connotación de sórdido comercio y reducto de lujuria, da una idea totalmente errónea del carácter sagrado y superior de la experiencia tal como la vivían quienes participaban en ella. Se trataba nada menos que de un acto de comunión con dios (o deidad) y tan remotamente discrepaba de la sensualidad como el acto cristiano de la comunión difiere de la glotonería.”



Aspasia de Mileto


Fueron célebres hetairas Aspasia, la amante de Pericles y Friné, la modelo del escultor  Praxíteles y el pintor Apeles. Ella sirvió de patrón para la estatua de Afrodita. Por su participación en asuntos políticos, por su relación con Pericles, y filosóficos, por Sócrates, interesa especialmente Aspasia.


Aspasia y Pericles


Aspasia (la Bella Bienvenida) era natural de Mileto, por su origen se vio beneficiada con una excelente educación que entonces recibían por igual los niños y niñas, siempre que fueran de familias acomodadas. Ella fue considerada por muchos como la primera filósofa, excepción hecha de Damo de Crotona, la hija de la matemática Téano y Pitágoras.


Téano, alegoría de la Geometría


Téano, la madre de Damo, fue primero discípula y luego, una vez casada  con el sabio Pitágoras, maestra en su escuela, que comenzó a dirigir a la muerte de su esposo. Como él pensaba que el universo estaba escrito en clave numérica. Por esa razón ella buscó el número de oro. Este irracional, llamado fi, en honor al escultor  Fidias, tuvo incidencia en toda la cultura.


Damo de Crotona



Pero Aspasia llegó aún más lejos. El antiguo arconte Sofrón la conoció, recién llegado a Mileto. Entonces se deslumbró con los conocimientos  y la sabiduría de la joven mujer intelectual, a quien le refirió que  Atenas era la ciudad más adelantada de su tiempo en toda la Hélade.



Friné en la Fiesta de Poseidón – H. Siemiradzki


En esa ciudad estado las hetairas tenían gran poder, vivían con mayor libertad para desarrollarse culturalmente. Claro que políticamente eso no llegaba para permitirles votar, como lo hacían los varones. Eso y el conocimiento de la familia de Alcibíades hicieron que se fuera de su ciudad hacia la de Atenea.

Debate entre Sócrates y Aspasia – Nicolás André Monsiau

Aspasia en Mileto había hecho fortuna. Se dijo que en relación con un burdel que habría regenteado. Esa versión quizás se haya debido a sus conocimientos sobre el amor. Pero también pudo provenir de un tiro por elevación: su desprestigio alcanzaría (de tener éxito la operación) también a su amante protector  (quien según algunas versiones fue su marido) Pericles.

Aspasia – Pierre Gustave Eugene Staal


La lucha de clases tuvo en Atenas características muy singulares que la definieron como única en su tipo. Por un lado, la aristocracia veía amenazado su poder por el surgimiento y ascenso de una clase media de comerciantes enriquecidos que querían acceder a la política a través de la educación de sus hijos. Para esto contrataban a maestros especialistas en la persuasión (sofistas) para convencer a sus votantes. Para impedirlo, la nobleza procedió a desprestigiarlos.

Sócrates y Aspasia – Daumier 



Pero los advenedizos se infiltraban también de otro modo. El casamiento, que había servido como un instrumento para sellar alianzas y continuar conservando, concentrando y acrecentando el patrimonio, encontró muy difícil concretar esos objetivos cuando comenzaron a darse uniones entre personas pertenecientes a diferentes clases sociales.


Sócrates buscando a Alcibíades en casa de Aspasia – J.-L. Gérome


Los nobles necesitaban impedir esas acciones que consideraban subversivas y atentatorias para su seguridad y para lograr su meta, la defensa de sus intereses, se transformaron en un grupo de presión. Se presentaron ante Pericles con sus reclamos. El político, casado con una aristócrata ateniense, respondió a las peticiones como se esperaba, prohibiendo el matrimonio entre personas de diferentes clases sociales. Tal era la Democracia ateniense.

Pericles y Aspasia en el estudio de Fidias – H. Leroux


La fama de Aspasia como oradora y la de su escuela (Academia de Elocuencia y Arte Amatorio) se incrementó a medida que ella consolidaba su posición, cosa difícil de lograr, ya que la ciudadanía estaba reservada sólo para quienes tenían a ambos padres atenienses. Los hombres más destacados acudían a oírla, por su oratoria e incluso llevaban a sus esposas.

Aspasia en su Academia


Diversas fuentes de la Antigüedad cuentan que Pericles desde su primer encuentro quedó prendado de ella. A poco se volvieron amantes, pero siendo él casado y teniendo dos hijos, decidió divorciarse y tomar a la joven Aspasia por esposa, cuando ella quedó embarazada (de Pericles en Joven). Esto generó mucha resistencia en la sociedad. Es por eso que algunas versiones niegan que haya habido ese enlace y limitan su relación a lo informal.

Aspasia de Mileto


La Historia reconoce ese período de esplendor cultural como el siglo de Pericles. Por su parte la Literatura señala a Aspasia como inspiradora y partícipe de la política de su compañero como Jefe de Estado. Él la integró al círculo de sus amistades entre las que se encontraban los filósofos de su tiempo, no sólo Sócrates y Platón, sino también Anaxágoras. Todos ellos le dieron crédito como su maestra.

Aspasia en medio de los filósofos de Grecia – Michel Corneille


Los escritores Aristófanes, Jenofonte y Plutarco, que acudían a oírla, dieron testimonios diferentes sobre ella. Antístenes, en su obra Aspasia, lanza sobre ella y su familia una serie de difamaciones insostenibles e improbables. La hace incluso responsable de que Pericles eligiera el placer, sobre la vida virtuosa, ya que se sabía que daba grandes fiestas para muchos invitados. Cuando el gran hombre murió ella volvió a casarse.

Aspasia en la muerte de Pericles




Plutarco en su Pericles afirmó: “Ahora, puesto que se cree que tomó la decisión de enfrentarse a Samos para contentar a Aspasia, parece el momento de preguntar qué artes o qué poder tenía esta mujer, puesto que era capaz de dirigir a su antojo a los principales hombres del estado y ofrecía a los filósofos la ocasión de discutir con ellas en términos exaltados y durante mucho tiempo”.


Aspasia de Mileto: Segundas Nupcias



En consonancia con estos dichos Demóstenes reafirmó patriarcalmente: “Tenemos a las heteras para el placer, a las criadas para que se hagan cargo de nuestras necesidades corporales diarias y a las esposas para que nos traigan hijos legítimos y para que sean fieles guardianes de nuestros hogares.”  Más tarde la misógina autoridad de Aristóteles habría de adherir a esta postura.

Hetairas – Alma-Tadema


Finalmente  Luciano en Estudio de un Retrato se refiere a ella elogiosamente: “Ahora tengo que dibujar la sabiduría; y aquí tendré ocasión de utilizar varios modelos, la mayoría antiguos; uno viene, como la propia señora, de Jonia. Los artistas serán Esquines y Sócrates su maestro, los pintores más realistas, pues su corazón estaba en su trabajo”.

Pericles y Aspasia

Y continuó diciendo: “No podríamos elegir mejor modelo de sabiduría que Aspasia la milesia, la admirada del admirable "Olímpico"; su conocimiento político y visión, su agilidad de mente y su penetración, todo será transferido a nuestro lienzo en sus perfectas medidas. Aspasia, sin embargo, solo se preserva para nosotros en miniatura: nuestras proporciones deben ser las de un coloso.”

Aspasia con los hombres más ilustres de Atenas – N. A. Monsiau



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