1 Marzo de 2019

N° 27  AÑO III

Texto: Alicia Grela Vázquez

Imagen: Elsa Sposaro

SUMARIO

Divina total

La pequeña Faustina y el Gran Emperador

Divina total

Pantea es un nombre femenino (en griego: Pantheia) que etimológicamente implicaría que su poseedora tendría cualidades totalmente divinas. Pudo quizás ser apropiado para una muchacha jonia que fue conocida como amante del emperador romano Lucio Vero, quien en el siglo II cogobernó con el filósofo estoico Marco Aurelio.

Emperador Lucio Vero

Lucio Vero llevó adelante campañas militares exitosas, aunque con distinto grado. Sin embargo, su real interés estaba en las artes, las letras y la música. Esto lo manifestó en la organización de reuniones y banquetes en que honraba a la cultura y los placeres. Por esto último fue muy criticado, pero se le toleró por su gran eficacia en el ejercicio de sus funciones públicas.

Emperador Lucio Vero

La moral dual censuraba el hedonismo, pero no la guerra. Quizás haya sido por esa ética esquizoide que la figura de Pantea permaneció oculta desde la antigüedad hasta ahora. Sólo se debe al autor latino Luciano el recuerdo de ella en su obra Los Retratos.

Fiesta imperial

Allí  describe a Pantea como una muchacha jónica, ciudadana de Esmirna (que pretendía el título de ser la cuna de Homero). Luciano presenta dialogando a dos amigos, después de verla pasar:

Polístrato: Déjate de evocar fantasías de milagrosa hermosura, y dime en cambio quién es esa joven.

Licino: Es de jonia, cuyas ciudades han prodigado las mujeres más hermosas.

Polístrato: Descríbela.

Licino: Las palabras no alcanzan para hacerlo. Apenas si aquellos famosos pintores, Apeles, Zeuxis o Parrasio, o escultores como Fidias y Alcámenes, han podido producir algo similar a esta muchacha de carne y hueso.

Luciano – W. Faithorne

Luciano en su escrito la mostró ante Licino, leyendo un libro y rodeada de eunucos, soldados, sirvientes y doncellas, ricamente vestidos y engalanados, como para enfatizar su protagonismo y resaltando los signos propios de una elevadísima jerarquía social y política. Todos los recursos literarios usados por el autor resaltan elogiosamente la figura de Pantea.

Mujer con libro

Pantea fue presentada como una joven hermosa y de aspecto impresionante. Esta armonía y belleza física anunciaba la del alma, pues ella también se destacaba por otras características de su carácter. La primera de ellas fue su valentía, que evidenció cuando acompañó a Lucio Vero en su campaña contra los partos. Pero además era notablemente distinguida por su amor y búsqueda del conocimiento. Se la comparó por su voz con las sirenas.

Cabeza de Musa – Rafael Sanzio

Históricamente se tuvo a Pantea por una mujer tan bella y sabia como la mismísima Aspasia de Mileto. Se la comparó con ella por su interés por la Filosofía, por su hermosura y por su relación con un varón prominente y poderoso. La joven de Esmirna con el coemperador romano Lucio Vero y la originaria de Mileto, con Pericles, el estadista ateniense del siglo V aC.

Aspasia de Mileto

El emperador Lucio Vero la amó, como también a sus súbditos, entre quienes gustaba mezclarse sin pompa ni protocolo. Disfrutaba contradictoriamente de su femenina compañía y del espectáculo sanguinario que le ofrecía la crueldad del circo en una sociedad fundada en la explotación de esclavos y mujeres.

Circo romano

Lucio Vero fue un hombre criticado y admirado, al morir, ya sea por haber contraído una enfermedad (probablemente viruela) o tal vez envenenado, fue glorificado con los más altos honores populares. Esto tuvo insoslayables consecuencias políticas, como el hecho de que Marco Aurelio quedara solo en el gobierno del Imperio Romano.

Fantástico áureo de Lucio Vero

Lucio Vero al morir fue deificado por decisión del emperador Marco Aurelio. Esta acción consiguió reunir nominalmente a los amantes como dioses: él, como Divus Verus y ella, Pantea, como Divina total (Pantheia).

La pequeña Faustina y el Gran Emperador

Faustina la Menor, nacida en el año 120 dC, fue la hija más joven del emperador romano Antonino Pío y Faustina la Mayor, la emperatriz consorte. Adriano inicialmente la prometió en matrimonio a Lucio Vero, pero Antonino prefirió concedérsela a su primo Marco Aurelio, con quien finalmente acabó, en el año 145, por casarse. ​

Faustina, la mayor

Así fue que la pequeña Faustina terminó siendo la esposa  del coemperador Marco Aurelio, el filósofo estoico, y la madre de los gemelos Cómodo y Antonino, y de Galeria Lucila. Antonino murió cuando sólo tenía cuatro años. Y ella se convirtió en Augusta un año después de su inestimable pérdida. Pero, durante los treinta años que duró su matrimonio, trece veces dio a luz.

Faustina, la menor

Se decía de ella por entonces que tenía un carácter alegre. Sin embargo, la Historia Augusta  tardía y no siempre verídica, (por faltar a la verdad apelando a fuentes poco confiables o ficticias)  la tomó contra ella y emprendió una campaña para desprestigiarla. Éste pudo haber sido el antecedente para el modo difamatorio usado por los actuales Medios Masivos de Comunicación.

Tardíamente este conjunto de biografías que integran la Historia Augusta se difundió en el Imperio Romano proporcionando datos no siempre fidedignos de personas de relevantes y renombradas. En el caso de Faustina su tratamiento no la favoreció, pues narraba historias (o cuentos) de diversos adulterios con varones ajenos a la frecuentación de las mujeres de su clase, como marineros y gladiadores, y por ende, difícilmente relacionados con ella.

Gladiadores - Fresco romano

Incluso en la Historia Augusta se llegó a sugerir que Cómodo su hijo, lo era también de un gladiador, para justificar su pasión por el combate en el circo, cuyos espectáculos ofreció al público durante su reinado. También a él se le dedicó un busto en que aparecía vestido como Hércules, con la piel del León de Nemea como capa y toca.

Cómodo como Hércules

Se decía en ese texto que Faustina se había lavado con la sangre de un luchador muerto antes de tener relaciones sexuales con su esposo, el sabio  Marco Aurelio. Los valores morales en el Imperio eran tales que la sociedad consideraba más indigno el adulterio femenino que la matanza en la guerra o en un espectáculo.

Combate en el circo – J. L. Gérome

Pese a los dichos infames, Faustina acompañó a Marco Aurelio en la Campaña del Norte y después en la del Este, hasta que ella murió en el año 175. Su esposo, el emperador, la consagró y fundó un establecimiento de caridad (amor) en su nombre.  Y, a los Baños de Faustina en Mileto se les llamó así en su honor.

Ruinas de los Baños de Faustina en Mileto 

Su esposo puso de manifiesto de muchas maneras en su conducta pública su adhesión a las ideas estoicas. Así, en su política de estado practicó una reforma que hizo más benévolas a aquellas leyes relativas a las viudas, los menores de edad y los esclavos, para poder favorecerlos. Claro que esto no significó que se pusiera fin a la esclavitud ni al sometimiento.

Marco Aurelio

Además, durante su gobierno aumentó la tolerancia a las diferencias. Por ejemplo: en todo  el Imperio atenuó la persecución religiosa (a la creciente comunidad de cristianos). Supo compartir en armonía el gobierno con Lucio Vero, su exitoso Coemperador militar romano, que fue  su complementario equilibrante.

Lucio Vero

La Historia Antigua cuenta a Marco Aurelio entre los cinco grandes y buenos emperadores romanos: los Antoninos (Nerva, el Moderado;  Trajano, el Conquistador; Adriano, el Errante; y Antonino Pío, el Piadoso).  A ellos se les suele agregar Lucio Vero, quien compartió el buen gobierno con Marco Aurelio. En cambio se excluye a Cómodo, que aún perteneciendo a la Dinastía de los Antoninos, no fue un buen gobernante.

Los cinco buenos emperadores - AGV

En el ámbito de su vida privada también respondió en concordancia con los preceptos del estoicismo que preconizaba. No perdía tiempo en acicalarse ostentosamente, al punto de dejarse crecer la barba, por no demorarse en afeites innecesarios para mejorar su aspecto e imagen. Aunque le complacía gustar a su esposa, carecía totalmente de vanidad.

Faustina

Tenía una alimentación frugal, debida fundamentalmente a las enseñanzas de su madre. Su médico personal, el célebre Galeno, quien también atendía, cuidaba y curaba a gladiadores, reforzó con algunas recomendaciones, a causa del padecimiento del emperador, a quien trataba porque Marco Aurelio padecía diabetes.

Galeno de Pérgamo y el gladiador

En cuanto a sus relaciones sentimentales más íntimas, puede decirse que, según se sabe, tomó sólo una concubina que fue estable, a diferencia de otros poderosos de todas las épocas. Ella pertenecía a su entorno personal más próximo, pues su amante era la hija del intendente de su casa. Pero esto sólo lo hizo después de que su esposa Faustina falleciera.

Marco Aurelio y su concubina

Marco Aurelio dedicó su vida al estudio. Entre sus escritos están las Meditaciones. En ellas dijo, como anticipado la propia muerte y aspirando a ella, pues pondría fin a los deseos, puesto que no creía en una vida de ultratumba:

"Vivimos por un instante, sólo para caer en el completo olvido y el vacío infinito de tiempo de esta parte de nuestra existencia…Piensa en lo que han hecho, tras pasar una vida de implacable enemistad, sospecha, odio... ahora están muertos y reducidos a cenizas.”

"La vida del hombre es una simple duración, un punto en el tiempo, su contenido una corriente de distancia, la composición del cuerpo propensa a la descomposición, el alma un vórtice, la fortuna incalculable y la fama incierta. Las cosas del cuerpo son como un río y las cosas del alma como un sueño de vapor, la vida es una guerra y la fama después de la muerte, solo olvido."

"Todo lo existente se desintegra y todo lo creado por la naturaleza está destinado a morir. La duración de la vida de cada uno es irrelevante, un paso para ver el enorme abismo de tiempo detrás de ti y antes de ti en otro infinito por venir. En esta eternidad de la vida de un bebé de tres días y la vida de un Néstor de tres siglos se funden como uno sólo.”

Cuando enfermó,  le pidió a su hijo Cómodo que fuera hacia el Este (simbolizando tanto el punto cardinal, el Oriente y el sol naciente), pues consideraba que él, moribundo,  iría al Oeste (el Poniente, el Occidente y el Ocaso). Y tras un sufrimiento estoico de siete días murió.

Consideró que los deseos nos conducen a la permanente preocupación y decepción, ya que todo lo que se desea de este mundo es miserable y corrupto. Cómodo, su hijo y sucesor en el Imperio mando construir en su honor la columna de Marco Aurelio, y aunque como mandatario no estuvo a la altura de su padre, lo homenajeó póstumamente.

Columna de Marco Aurelio