Año II N° 13
Enero de 2018
Pandora
SUMARIO
Regalos eran los de antes
Mitos griegos y caminos ancestrales
El diluvio Universal
Regalos eran los de antes (Pandora)
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
La aparición de la
especie humana se explica de muchas maneras: científicas, mitológicas y
religiosas. Algunas de ellas son mutuamente excluyentes y otras difícilmente
conciliables. Pero es particularmente destacable
por su belleza y persistencia la elaborada por la cultura griega. Se trata del
conjunto de relatos conocido como los mitos de creación. Estos cuentos
relacionan a Prometeo, Epimeteo y Pandora con dioses del Panteón helénico.
Pandora – O. Redon
Los varones pudieron haber pasado por
diversas etapas en su historia, incluida la nombrada por Hesíodo en Los Trabajos y los Días como la Edad de
Oro, la utopía, el estado ideal en que no había mujeres sobre la tierra. Esta idea es presentada por el poeta
también en la Teogonía; retomada por
Platón en el Protágoras y reflejada
por artistas plásticos posteriores (reservándose ellos para sí algunas
licencias) en sus grabados y pinturas.
Edad de Oro – Virgil Solis
Edad
de Oro – Lucas Cranach, el Viejo
Pero aun considerando
la versión según la cual ellos nacieron de la lluvia caída en las grietas de la
Madre Tierra: Gea, cabe atender a otras narraciones hechas por otros textos,
según los cuales su creación fue la consecuencia resultante de un acto de
desobediencia, hasta hoy muy censurado, que no pudo quedar sin recibir el inevitable
castigo divino.
Suplicio de Atlas y Prometeo – Arcesilao
El supremo Zeus
encomendó a los titanes hermanos sendas tareas: la creación de los animales y
del hombre. Epimeteo, pese a que
debió su nombre a ser de pensamiento lento, puso manos a la obra de inmediato.
Con esmero y ansiedad produjo a los primeros seres vivientes perfectos, aunque
mortales. En ellos utilizó los mejores insumos. Así es que esas criaturas nos
superan materialmente y en las funciones orgánicas tales como: agudeza visual,
audición, resistencia, velocidad…
Epimeteo – Durero
Prometeo (el previsor)
confeccionó a los hombres con la materia prima remanente: el saldo restante correspondiente
al material que quedó como sobrante de la elaboración de los animales, hecha
por su hermano Epimeteo. La resaca se reutilizó para manufacturar a los varones. Fueron ellos tan buenos como
lo permitían sus componentes de desecho.
El Hombre entre Prometeo y Atenea
Prometeo, viendo a su
creación tan desfavorecida, decidió otorgarle un don que le ofreciese una
ventaja adicional sobre las bestias: el fuego
sagrado, que Hera guardaba celosamente. Para ello debió quitárselo a la
diosa del hogar. En este hurto (que algunos indebidamente califican de robo)
contó con la ayuda y complicidad de Palas Atenea. La protectora de la sabiduría
consideró oportuno dotar a esta frágil y vulnerable criatura de algo más que facilitara
su defensa y supervivencia.
Prometeo da el fuego al hombre – Heinrich F. Füger
Así es que le otorgó
algo especial con múltiples aplicaciones: el logos: la palabra, la razón, la
proporción y la belleza (según el antiguo criterio estético griego). Así supliría y compensaría sus deficiencias y
carencias. Es muy conocido el castigo dado a Prometeo. Zeus (Júpiter) encomendó
a su hijo Hefaistos (Vulcano), maestro en
las Artes del Fuego, forjar una cadena que sujetara al transgresor al Monte
Cáucaso, límite orográfico entre Europa y Asia.
Prometeo encadenado
Allí, el dios supremo tenía como avatar
el águila. Ella (o algún otro falcónido) le devoraría las entrañas o más
precisamente el hígado, que al volver a crecer y regenerarse, perpetuaría la
tortura y el suplicio eternamente, a semejanza de lo sufrido por otro de sus
titánicos hermanos (Atlas). Pero esto no le sucedió como estaba previsto al
benefactor de los hombres, ya que el mísero titán fue liberado por Hércules
(Heracles), luego de herir de muerte al ave rapaz, con una de sus flechas.
Prometeo y Hércules
Hércules salva a Prometeo
Menos difundida fue la
medida punitiva contra Epimeteo, quien obligó a su hermano a realizar las
acciones que conquistarían la enemistad, el resentimiento divino y las
ulteriores represalias. Todo por su prodigalidad con los animales. Esta actitud
no era entonces considerada una virtud, sino un exceso, y por lo tanto, un
vicio que debía ser desalentado.
Atenea y Vulcano con Pandora
Epimeteo, Hermes, Vulcano y Pandora
Los dioses le enviaron
su polivalente y equívoco obsequio de bodas. Era ése un auténtico presente
griego, de la clase que no conviene aceptar, como el caballo que Ulises (inspirado
por Atenea) dejó a sus enemigos de toda una década, ocasionando la destrucción
del próspero reino de Troya (Ilión), cantada por Homero.
Epimeteo y Pandora – Agostino Carracci
Pandora – J.J. Lefebvre
Epimeteo recibió como prenda a Pandora cuyo nombre
etimológicamente significa “la que ofrece todos los regalos”, y ella
trajo consigo un ánfora, con la
recomendación de no abrirla, sino hasta después de las fiestas de Himeneo (es
decir, del casamiento). La posteridad cambió la crátera tradicional por una caja.
No obstante, aún queda intacta la simbología. Ambos recipientes tienen un
fuerte componente sexual femenino.
Pandora – J. Gillray
Epimeteo se precipitó
al tomar su obsequio, pues no esperó a que se realizara la boda, según era
menester. Claro que ese hecho le es atribuido a ella y así se dice que la mujer
destapa o abre el recipiente por ansiedad, codicia y curiosidad, posibilitando
que se esparzan por el mundo todos los males
conocidos. Son ejemplos entre otros muchos: la enfermedad, la vejez, la pobreza
y la guerra, que en el idioma español son sustantivos femeninos.
Pandora – J.W. Waterhouse
Ella, al ver la tremenda calamidad ocasionada, pese a ser
considerada la causante del desastre, procuró repararlo. Es por eso que cerró
la abertura queriendo impedir la dispersión de perjuicios adicionales o mayores.
Pero lo único que tras la fuga quedó contenido dentro del recipiente fue la esperanza. Es por eso que suele decirse
“lo último que se pierde es la esperanza”.
Pandora – Rossetti
Esta historia ha
perdurado con sus variantes, quizás porque la incansable reiteración del texto
puso en la mujer la responsabilidad
de las consecuencias indeseables de una acción del varón. En ella (y sus
descendientes o réplicas: nosotras) se carga la culpa. Y se pasa por alto la
intención de enmienda o reparación del daño, independientemente de quién lo
haya provocado.
La culpa es de la mujer
En Fundación del Machismo Eduardo Galeano,
bajo el lema “Al mismo paso los hombres y las mujeres” acompañó la marcha
contra la violencia machista. Sin embargo, en un texto que lleva el mismo
título, en el que confunde a Prometeo con Epimeteo, repite la vieja consigna,
que es a la vez un mandato.
Manifestación
“Por si
fuera poco este suplicio, Zeus también castigó la traición de Prometeo creando
a la primera mujer. Y nos mandó el regalo. Según los poetas del Olimpo, ella se
llamaba Pandora, era hermosa y curiosa y más bien atolondrada. Pandora llegó a
la tierra con una gran caja entre los brazos. Dentro de la caja estaban,
prisioneras, las desgracias. Zeus le había prohibido abrirla; pero apenas
aterrizó entre nosotros, ella no pudo aguantar la tentación y la destapó. Las
plagas se echaron a volar y nos clavaron sus aguijones. Y así llegó la muerte
al mundo, y llegaron la vejez, la enfermedad, la guerra, el trabajo…Según los
sacerdotes de la Biblia, otra mujer, llamada Eva, creada por otro dios en otra
nube, también nos trajo puras calamidades.”
Así este relato griego
se aproxima al mito semita de la Creación de Adán y Eva y el Paraíso Perdido,
que las religiones transmiten a las
nuevas generaciones a perpetuidad bajo la forma de pecado original, consistente
en la desobediencia ante el mandato divino y patriarcal. Pero esto, ¿continuará
del mismo modo que hasta ahora? Para evitarlo diversos programas, buscando
construir igualdad y respeto emprenden campañas que no siempre pueden eludir
las trampas del lenguaje, la tradición, la historia y el género.
Mitos griegos y Castigos ancestrales
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
El castigo ha tomado distintas formas a través de la Historia. De todas sus manifestaciones, en el presente trabajo se analizará sólo aquellas vinculadas con algunos de los mitos de creación de los relatos cosmogónicos griegos, por considerar que en ellos están nuestras raíces culturales. Sus cánones nos han venido como un legado.
La tragedia griega
muestra a Prometeo transfigurarse
desde los escritos de Esquilo a los de Eurípides, pasando por Sófocles. Los
filósofos Platón y Aristóteles lo incorporaron con Hércules (su salvador) y
Quirón, (el centauro que a cambio ofreció su vida para el sacrificio) en varias
de sus obras.
Palas Atenea
Con el robo del fuego
divino Prometeo pretendió compensar
la debilidad y carencias del hombre que había creado con los materiales que le
sobraron a su hermano, cuando fabricó a los animales. En esta labor de
perfeccionamiento, fue ayudado por la diosa Palas Atenea (Minerva) quien dotó al hombre de lo que le es más
propio: el logos (la palabra, la razón).
En cuanto a merecer
castigo hay otra determinante: el culto y el sacrificio. Prometeo intentó engañar a los dioses, sin lograrlo. Por eso Zeus
(Júpiter) lo castigó. Por eso mandó a su hijo Hefaistos (Vulcano) encadenar al
titán al Monte Cáucaso, para permitir que un buitre le devorase el hígado (única
víscera que vuelve a crecer) para perpetuar la condena.
Prometeo encadenado
Epimeteo fue condenado a casarse con la primera mujer: Pandora (etimológicamente: Todos los regalos), por haberse excedido
él en su prodigalidad en dones para los animales. Esto llevó a la transgresión a su hermano, al verse obligado a conceder otras gracias a
los hombres, que nivelasen sus desventajas. Es por eso que robó el fuego
sagrado a los dioses.
Pandora es un emprendimiento conjunto de los dioses: Hefaistos (elaborando una
estatua femenina de metal) y Palas Atenea (tejiendo una túnica). Ella fue
concebida como un instrumento de castigo para el titán. Ella, Pandora le fue
dada como regalo por los dioses que añadieron como presente de bodas un ánfora
(que en versiones posteriores mutó en caja) que no debía ser abierta sino hasta
después de que se hubiesen casado.
Epimeteo que además de
torpe era precipitado y ansioso no esperó tanto y al destapar el recipiente
permitió que saliesen los males que hasta hoy abundan en el mundo (el dolor, la
miseria, la angustia, el miedo...). La tradición sin apoyo textual atribuye no
obstante, a la curiosidad femenina tales estragos. Nuevamente es la mujer
portadora y merecedora de castigo, con razón o sin ella.
La creación de Pandora- siglo V a. C
A los hombres,
beneficiarios del fuego los alcanza también el castigo: los males contenidos en
el ánfora se han derramado por el mundo: trabajos y penurias hambre y
enfermedad, deterioro y envejecimiento, guerra y muerte. La esperanza (en
rigor: la falsa esperanza) ha quedado en el fondo y es quizás por eso, lo
último que se pierde o bien ha de considerarse que en un mundo plagado de
males, no hay esperanza.
Epimeteo y Pandora
Nuestra cultura es
heredera principalmente de múltiples tradiciones que se han fusionado. Con sus
mitos nos ha llegado un paradigma de castigo como así también de aquello que
merece ser sancionado. La desobediencia y la rebeldía son motivos suficientes
para ello (entonces y ahora). El desafío actual consiste en la superación de
estos mandatos y prohibiciones ancestrales.
El Diluvio Universal en versión griega
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
Distintos pueblos han
elaborado narraciones en que cuentan
sucesos vinculados con un Diluvio Universal. Esto parecería propio de
comunidades en que las precipitaciones superasen los mil milímetros, como en la
Pampa húmeda, los dos mil de la Selva misionera o los diez mil de la región del
Himalaya.
Rig-Veda
En la India las
lluvias de los monzones llegaban, según dice el Rig Veda, libro sagrado
más antiguo del hinduismo, para castigo
de los impíos (los pobres habitantes de lugares bajos e inundables). Sin
embargo, estos relatos han surgido aún en territorios más áridos.
Gilgamesh
Un escrito paleo
babilónico: El poema de Gilgamesh
cuenta los sucesos relacionados con el rey Bilgamesh
de Uruk (Iraq), de quien se enamoró la diosa Ishtar (Astarté). Ella, al ser rechazada por el soberano envió para
su castigo y el exterminio de la
ciudad toda, al Toro de las Tempestades. Pero el protagonista, enterado de la
proximidad del Diluvio, pudo ponerse a salvo.
Ishtar
En Israel esa misma
deidad se llamó Astarot, y fue
asimilada a Lilith, pero su enojo no fue lo que provocó el Diluvio Universal,
sino la acción de Yahveh, que el
Antiguo Testamento muestra como justo
castigo por el mal comportamiento
humano. Por haber sido considerado Noé
como el único creyente justo, el patriarca y su familia se salvaron.
Para ello debió construir
un arca de madera en que además de
los suyos, incluyó para preservar a una pareja de cada especie animal. Todos
los demás vivientes murieron en la gran inundación. Y se afirmó que especialmente
merecieron perecer los híbridos, los
pares anormales y los que desafiaban
y desobedecían el mandato de la jerarquía establecida como la supremacía del
dominio masculino.
Arca de Noé – E. Hicks
Entre los griegos la
diosa babilónica se denominó Astarté
y sus funciones características luego fueron repartidas entre otras deidades. A
Deméter (Ceres) le correspondió ser la madre naturaleza, dadora de vida y
fertilidad. Afrodita (Venus) asumió la
representación del amor y los placeres sensuales. Y Atenea (Minerva) se
consagró como diosa de la guerra, con la estrategia complementaria femenina del
masculino y sangriento Ares (Marte).
Astarté - Rossetti
Prometeo, el titán creador
del hombre, se unió a la oceánide Pronea y con ella tuvo un hijo: Deucalión. A su vez su hermano Epimeteo,
hacedor de los animales, tuvo con su esposa Pandora a Pirra.
Estos primos (Deucalión y Pirra) formaron una pareja que sufrió las
consecuencias devastadoras del Diluvio Universal.
El diluvio o Deucalión manteniendo en alto a su mujer (Pirra) – Paul Merwart
Así como Yahveh en
Israel, Zeus en la Hélade se propuso
destruir a la humanidad. Sin embargo, Prometeo, sabiendo que eso sucedería, dio aviso a su vástago, para que
se pusiese a salvo con su esposa. Para lograrlo, como Noé en el Antiguo
Testamento, Deucalión construyó un arca
y puso en ella cuanto consideró necesario.
Pasados nueve días
completos, (aunque no aquellos bíblicos cuarenta) alcanzaron tierra firme y
Deucalión ofreció a Zeus, el dios de la huida, un sacrificio. Conmovido el
supremo señor, envió a Hermes, su hijo y mensajero, para ofrecer cuanto pidiese
a su fiel servidor. Éste, como era rey solicitó disponer de hombres para mandar
como súbditos.
El Diluvio – G. Doré
Otra versión cuenta
que la pareja sobreviviente consultó el
oráculo, sobre cómo repoblar el mundo. En el oscuro y críptico lenguaje
característico, la divinidad le dijo que arrojara los huesos de su madre (Gea).
La consecuente acción fue que tanto él como su esposa tiraran piedras. Las de
Deucalión se transformaban instantáneamente en varones y las de Pirra en
mujeres.
Con el Diluvio
Universal Zeus dio por finalizada la Edad de Bronce, al extinguir a los hombres
antediluvianos. Las reseñas sobre la descendencia de los que se salvaron de la
catástrofe varían. Se afirma que ellos tuvieron tres hijos, pero otras
versiones mencionan seis. De ellos descenderían todos los pueblos de Grecia.
Historiadores y
mitógrafos incluso cuentan que el propio Zeus se unió con Pirra, y con ella
gestó a Helén (Heleno), que fue adoptado por Deucalión. En el tiempo y espacio mítico todo es
posible. Las diferencias, aunque
parezcan contradictorias y mutuamente excluyentes, no lo son, pues no siguen
nuestro limitado pensamiento lógico lineal.
CUADRO GENEALÓGICO
Además de las muchas obras consagradas en la
Plástica, el motivo del diluvio inspiró otras creaciones artísticas de los más
variados géneros. Vale como ejemplo la comedia musical El Diluvio que viene. Ésta
es una adaptación libre, hecha entre 1973 y 1974, de la novela de David Forest, quien usó para el título una frase
atribuida a Luis XV: Después de mí el
Diluvio (After me the Deluge). Armando Trovaioli compuso la música. Se
estrenó como Agrega un lugar en la mesa. También
se conoció como: La bis bis arca (la
Segunda Arca) y Concierto para cura y
campanas.
En España se representó desde 1977 varias
veces más, debido a su gran éxito de público hasta el 2004. En Argentina la pusieron en escena cinco
compañías en distintos teatros desde el 1979 al 2016. El mito tradicional se muestra ambientado en un
pueblo católico, en medio de un conflicto social, moral y religioso, que permite
a los autores discutir el tema del celibato sacerdotal, los convencionalismos,
los estereotipos y la autoridad.
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