REFLEJO DE MUJER
Nº 7 Año 1Julio de 2017SUMARIO
El modelo femenino del Panteón griego original
El modelo femenino bajo el reinado de Cronos
El modelo femenino del Panteón griego original
La Mitología griega
cuenta que en principio reinaba el Caos (Desorden). Él generó dentro de sí la
Noche (Nyx) y se unió con ella, engendrando a la Tierra (Gea) y el Cielo
(Urano). Sin embargo, también se dice que Gaia, que es la representación de la
materialidad, produjo dentro de sí a su propia pareja: Urano.
Noche (Nyx)
Esto fue quizás porque
no se consideraba que fuera bueno que una titánide estuviera sola, es decir, por
la mera necesidad de tener compañía. Luego, el principio más general y
originario del universo (el Amor) hizo que se atrajeran, unieran y
reprodujeran. Pero, como es sabido, Urano pronto hizo un hábito de tomar a su
esposa a su solo antojo.
Gea y Urano
Gea, caracterizada por
Hesíodo como “la de amplio pecho”, en el estado actual de los conocimientos, a
la luz de la nueva ciencia verde (la Ecología), puede ser considerada como un
organismo con funciones autorreguladas como la principal integradora de un
sistema dinámico: la Biosfera.
Gaea (Gaia) Gea
Ellos juntos procrearon a los Hecatonquiros (o Centimanos: seres de
cincuenta cabezas y cien brazos) y los Cíclopes (gigantes con un solo ojo en
medio de la frente). Eran todos ellos
seres monstruosos. Gea los amaba aún en su deformidad. Pero Urano desconfiaba
de ellos y por eso los encerró en el Tártaro.
Hecatonquiros o Centimanos
Cíclope
Tártaro
La pareja procreó
seres cada vez más hermosos como las seis titánides (Febe, Mnemosine, Tea,
Temis, Tetis y Rea) e igual número de titanes (Ceo, Crío, Cronos, Hiperión,
Japeto y Océano). Con ellos el mundo comenzó a poblarse, enriquecerse, a
ordenarse y a embellecerse, aunque aún faltaba para que se transformase en un
Cosmos.
Tetis
Urano vio con
disgusto, envidia y celos que sus hijos poblaban el amplio pecho de su esposa Gea. Es por eso que los encerró en las
profundidades de la Tierra, provocando en ella múltiples e intensos dolores y
resentimiento en sus hijos.
El titán Océano
Entre las titánides
gestaron a Rea (Cibeles), quien (al decir de Homero) era “la de la hermosa cabellera”. Ella pasaría a ser la segunda diosa
madre reinante. Su gran poder hizo que fuera representada en un carro tirado
por leones.
Rea (Cibeles)
Esos míticos sujetos, que
constituyeron la primera generación de divinidades, anteriores a las Olímpicas,
odiados por su padre, confinados por él en el Tártaro (en el interior oscuro de
la Tierra) y condenados a no ver la luz del día constituyeron las huestes de la
futura rebelión. En artista Cornelis van Haarlem mostró en el estilo manierista
su lucha y posterior caída y que Rubens también representó en su obra.
Caída de los titanes – van Haarlem
Con estos hechos la
gran madre llegó a su límite. La divina pareja constituida por la Tierra y el
Cielo concibió también el fin de su supremacía al engendrar al menor de sus
hijos: el titán Cronos (Saturno) señor del
tiempo. No pudo Gea continuar soportando los ultrajes de su esposo sin más. Así
fue que la gran madre comenzó a planear la conspiración para derrocarlo y
terminar con su reinado y tiranía.
La caída de los Titanes – Rubens
Ella instruyó e incluso armó con una hoz al más
joven de los titanes (Cronos) para castrar a Urano. Hecho esto, Saturno arrojó
los atributos del poder patriarcal al mar. El odio paterno y el amor y la
complicidad materna llevaron a los titanes a la tan mentada guerra: la
Titanomaquia.
La castración de Urano – Vasari y Gherardi
El benjamín aparece
con una hoz (o una guadaña) como símbolo de la muerte. Pero los dioses son
inmortales. Gea agotada y dolorida por los numerosos partos y por conservar en
su interior a muchos de sus hijos, pidió ayuda para rebelarse contra el
patriarca, mas sólo acudió en su defensa Cronos, quien valiéndose del arma
fabricada, afilada y proporcionada por su madre, castró al maltratador.
Cronos – A. L. Millin
El joven Cronos victorioso liberó a sus hermanos encerrados en el
vientre materno y en el Tártaro. Pero Gea finalmente se conmovió por el
sufrimiento de su alguna vez amado esposo Urano y preparó en su interior
una gruta proteica en su carne para que
le sirviera de refugio al destronado dios castrado.
Gea – Tiepolo
Por el corte de la
herida cayeron gotas de sangre sobre la tierra. De ellas nacieron los Gigantes
(que enfrentaron en combate a los dioses), las Melíades (Ninfas de los bosques)
y las Erinias (Furias) encargadas de reclamar venganza y generar culpa. Éstas
más tarde, se mostrarían como Euménides (Benevolentes) defensoras de los
suplicantes. Eran indiferentes a las Moiras (Parcas) que tejiendo con sus hilos una trama,
personificaban al Destino.
Las Moiras – Alexander von der Mark
Tras estos
acontecimientos surgió un nuevo orden en el universo, en el que Cronos habló con
mayor autoridad y fundamento y también entendió mejor. Estos fueron logros de
Mnemosine, quien le enseñó la potencia creadora de la palabra. La verba se
impuso como un medio idóneo para dar existencia, conservar y recrear en la
memoria.
Mnemosine
La diosa de la memoria y su hermana Temis, la personificación de la Ley
y la Justicia, ayudaron a Cronos a ordenar el mundo de un modo nuevo. Una (Mnemosine)
apelando al recuerdo y la otra, la de preciosas mejillas, desconociendo
la ira. Ellas servirían de modelo en un futuro remoto a los reclamos de Memoria y Justicia para las organizaciones de Derechos Humanos.
Escultura de Temis, como la Ley - Cairestratos
El modelo femenino bajo el reinado de Cronos
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
La última fecundación de Gea por Urano produjo la segunda generación de
cíclopes, de los que habló Homero. Saturno arrojó los testículos de su padre al
mar. De ellos, que vertieron su semen postrero (visto como espuma) sobre las
aguas del mar, nació Afrodita (Venus), diosa del amor y la belleza, cuyo espejo se transformó en el
símbolo de lo femenino.
Nacimiento de Venus – Sandro Botticelli
Después del crimen cometido
por Cronos (que combinó la castración con el destierro de su padre) envió
nuevamente a sus hermanos, fugazmente liberados, al Tártaro, pese a que le
habían ayudado en la rebelión contra Urano. El nuevo monarca se deshizo
implacablemente de sus anteriores aliados,
y una vez que se hubo instalado en el poder, sólo buscó consolidarlo.
Cronos (Saturno)
Los Hecatonquiros y
los Cíclopes volvieron, pero separados para que ejercieran su oficio sin pelear
entre ellos, al sitio del cual habían sido rescatados: el Tártaro. Éste era
simultáneamente un dios (hijo de Gea y Éter) y un lugar, que con el tiempo fue
cambiando sus características al pasar de los griegos a los romanos y los
cristianos.
Tártaro
Las titánides Mnemosine y Temis consiguieron que Cronos impusiese en el
mundo una organización estructurada, mejorando algunos aspectos de la anterior.
La primera, Mnemosine, recuperando la memoria y dando sentido a las palabras.
Mnemosine
Y Temis, siendo la del buen
consejo, gobernando las relaciones entre los cónyuges. Además ella debió
regir el comportamiento familiar para que estuviese dentro de parámetros epocales socialmente aceptables.
Temis como la Justicia
Cronos se casó con su
hermana Rea quien, como su madre Gea, era dadora de toda la vida. Con ella tuvo
arrebatos de unión apasionada. Pero, una vez embarazada la diosa Cibeles evitó
los encuentros íntimos con su esposo. Este rechazo provocó una furiosa ira en
Saturno.
Cronos
Pese a lo cual con ella engendró (violación mediante) hijas:
Hestia (Vesta), Deméter (Ceres) y Hera
(Juno) a quienes devoró. La feroz resistencia de la poderosa madre frustrada,
ni la de sus leones, pudieron impedirlo. Pero, para imposibilitar que le
sucediera lo mismo que a su padre, queriendo eludir el destino, también engulló
a Poseidón (Neptuno) y Hades (Plutón).
Vesta (Hestia)
La primera de las
hijas nacidas de la pareja fue Hestia, encargada luego de guardar el calor del
hogar y los templos. Fue el símbolo de la virginidad y castidad. Con ella una
casa era un hogar. Compartía el cuidado
doméstico con los espíritus de ancestros, Lares y Genios. Toda comida familiar
comenzaba y terminaba invocándola. El Termopolio, antecedente de los actuales
restaurantes, la mostraban en una imagen
junto a sus colaboradores.
Termopolio: Hestia, los Lares y Genius
Tuvo templos en Grecia
y Roma, atendidos por las castas jóvenes vestales. Más tarde integraría la
asamblea de los dioses olímpicos, pero tuvo que ceder su lugar a Dionisio
(Baco) dios del vino y los excesos. Con esto el voto femenino quedó en
desventaja, mostrando desde allí la
supremacía masculina.
Templo de Hestia en Roma
La segunda hija de Rea
y Cronos fue Deméter. Debió su nombre a la función nutricia a la que se la
asoció. Por ser la protectora de la naturaleza, y especialmente de la
agricultura, los romanos la llamaron Ceres. Se la representa con un conjunto
espigas en el brazo.
Deméter (Ceres)
La tercera de las
hijas de Saturno y Cibeles fue Hera, quien desde su nacimiento se manifestó
como Señora. Ganó su nombre por el
vivo temperamento, que mostró incluso desde el vientre de su padre, a quien dio
(al decir complacido de su madre) intensos dolores (después de que el titán la
hubiese tragado). Ella fue considerada
como la diosa protectora del matrimonio y el nacimiento. Se la representa como
una matrona coronada.
Hera
Los titanes procreados
por esa unión fueron, en orden cronológico:
Hades, Poseidón y Zeus. El primero de ellos fue de modalidad tal que mereció
ser calificado de Invisible. Pero por
su historia ulterior, fue señalado como Plutón (Rico), denominación preferida por los romanos.
Hades y el can Cerbero
El siguiente titán fue
Poseidón. Su madre Rea quiso evitar que fuese devorado por Cronos. Es por eso
que, cuando el pequeño estaba ya por nacer, ella se sumergió en las aguas para
(recién parido), ahogarlo y que pasara insensiblemente del ser al no ser. Sin
embargo, no fue así. El neonato comenzó a nadar con mucha naturalidad, pues
pasó de un medio líquido a otro. Esa es la razón de considerarlo el Señor de las aguas.
Poseidón (Neptuno)
El sexto y último de
los descendientes de Cronos y Rea fue Zeus (Luz). Ella, tras las penosísimas
experiencias anteriores, pidió ayuda en el parto a su madre Gea y también en la
resistencia, en la mediación ante Cronos y en el ocultamiento del pequeño. Gea
obtuvo de él (su yerno) la promesa de no volver a molestar a su esposa.
Rea entrega el ónfalo a Cronos
Cibeles elaboró una
estrategia: entregar una piedra envuelta en pañales, para salvar a su benjamín,
convertido ya en su único hijo. El ónfalo es la mítica piedra que Rea entregó a
su esposo Cronos, simulando ser el recién nacido: Zeus. Esta roca fue
considerada el ombligo del mundo y su centro, determinado posteriormente por el
vuelo de las águilas que Zeus echaría a volar en sentidos longitudinalmente opuestos.
Ónfalo de Delfos
Para salvarlo y
cuidarlo Rea lo entregó a las ninfas Amaltea (Ternura) y Melisa (Abeja).
Colaboraron también los Curetes custodiándolo y haciendo ruido para ocultar los
sonidos del llanto y las risas del bebé, para que no fuera oído por su feroz
padre y pudiera continuar desarrollándose.
Júpiter y sus nodrizas – N. Poussin
El nuevo patriarca reprodujo, aunque con variantes el modelo paterno.
Aquí recomenzó la historia del filicidio prefigurada inicialmente por Urano. En
esto se muestra que los titanes tenían bien puesto su apelativo de “abusadores”.
La imagen simbólica de Cronos es impecable. Pues en particular: el tiempo
termina con la virilidad; y en general: lo que nace del tiempo, él lo devora.
Lo temporal se desvanece en el tiempo.
Curetes – Jane Ellen Harrison
El mito de Cronos
devorando a sus hijos pudo expresar poéticamente que en forma constante y
permanente los seres vivos nacen y mueren. Algunos autores consideraron que
esto simbolizaría una etapa de la Humanidad en que el tiempo era ciego, en que
la vida estaba en una evolución oscura, sin comprensión de sí misma y en una
cierta anomia. Artistas plásticos de distintas épocas mostraron en sus obras la
potencia del relato.
Saturno devorando a su hijo – Rubens